Los mosquitos son esos molestos compañeros del calor y el agua estancada. Son tenaces, cansinos y, a veces, peligrosos. ¿Es que no se puede hacer nada contra ellos? Es difícil combatirlos, de eso no hay duda, pero sí que podemos aprovechar algunas cuestiones contra ellos.
Para ello, lo primero que necesitamos es saber “cómo cazan” estos insectos. Lo segundo es conocer qué sabemos, a nivel científico, sobre sus repelentes. Por último, debemos trazar un plan de acción contra estos desagradables vecinos. Vamos allá.
Cómo cazan los mosquitos y otros secretos de su biología
Los seres humanos producimos al menos tres compuestos químicos que atraen a los mosquitos: el ácido láctico y el octenol, que segregamos por la piel, y el dióxido de carbono que exhalamos al respirar. Estas tres sustancias son fundamentales para entender cómo nos encuentran a distancia y a través de la oscuridad.
En primer lugar, los mosquitos nos huelen a distancia, gracias al dióxido de carbono. Una vez cerca, el sudor, el ácido láctico y el octenol sirven a los mosquitos como una baliza de señalización que los atrae hasta nuestro cuerpo. La producción de estas sustancias es el principal responsable de que escojan a una persona u otra, aunque nuestro grupo sanguíneo también parece tener una razón de ser.
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