El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se presenta, sobre todo, en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, especialmente en las zonas urbanas y semiurbanas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) constata que en las últimas décadas “ha aumentado enormemente su incidencia” y calcula que en torno a “la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraerla”.
El incremento se registra tanto en las zonas tradicionalmente más afectadas como en nuevos territorios. ¿Cuáles son los principales factores que están detrás de esta escalada de nuevos casos? Los expertos señalan que hay varios motivos, es decir, es un problema multifactorial.
Cambio climático y más
“Se está produciendo un aumento por varias causas, además de un mejor diagnóstico”, confirma Fernando María Navarro Pellicer, Máster en Medicina Tropical y Enfermedades Parasitarias y miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). “El cambio climático, con el aumento de temperaturas y épocas de lluvias similares a las de los países tropicales, produce un aumento de la población de mosquitos y la globalización de mercancías y de personas hace el resto”, agrega.
Fernando de la Calle, facultativo especialista en Medicina Tropical y del Viajero del Hospital La Paz-Carlos III (Madrid), coincide en señalar que el calentamiento del planeta favorece “la anidación de los mosquitos donde antes no lo hacían”. Asimismo, influyen las migraciones y el turismo, que llevan al ser humano a “viajar más y a adentrarse en territorios en los que antes no se introducía”. La propagación se produce por los viajeros, pero los mosquitos también llegan a nuevas regiones “con los cargamentos que transportan los barcos”.
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