Un estudio de UC Davis Health, de la Universidad de California, ha comprobado que las mujeres que inician un aborto con medicamentos pero optan por detenerlo en medio del tratamiento pueden estar en riesgo de sufrir una pérdida de sangre grave. Se trata del primer estudio clínico aleatorizado sobre la “reversión” del aborto con medicamentos.
Los investigadores descubrieron que esto es cierto incluso para las mujeres que usan un tratamiento experimental que dice “revertir” los efectos de la píldora abortiva. El estudio, publicado en ‘Obstetrics and Gynecology’, proporciona información importante sobre la seguridad del uso de altas dosis de progesterona durante el embarazo temprano para tratar de detener un aborto con medicamentos.
El aborto con medicamentos implica el uso de dos medicamentos en secuencia: mifepristona y misoprostol. Esta combinación está aprobada en Estados Unidos por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para el aborto con medicamentos durante los primeros 70 días de embarazo. Cuando a la mifepristona le sigue el misoprostol en 24-48 horas, el régimen de aborto es altamente efectivo y seguro.
Los activistas contra el aborto afirman que las mujeres que toman mifepristona para abortar y cambian de opinión antes de usar misoprostol pueden tomar progesterona para detener el proceso de aborto. El estudio la UC Davis Health es el primer estudio clínico aleatorizado que evalúa la eficacia de la progesterona después de la mifepristona.
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