¿Es la brecha de edad cerebral un nuevo marcador fiable de riesgo de demencia?



La brecha entre edad cerebral de un individuo y su edad cronológica, según se determina mediante resonancia magnética, puede servir de biomarcador para evaluar el riesgo de demencia, señala nueva investigación.[1]

“Aun cuando no contamos con el tratamiento para la demencia, es importante diagnosticarla lo más pronto posible”, comentó a Medscape Noticias Médicas Gennady Roshchupkin, Ph. D., Centro Médico de la Universidad Erasmus M. C. , en Róterdam, Países Bajos.

“Por ejemplo, a la persona con una gran brecha de edad se le puede invitar para la siguiente resonancia magnética en algunos años con el fin de evaluar si la brecha se mantuvo igual o aumentó el riesgo. Tal biomarcador en las imágenes se puede utilizar junto con otros, o en combinación con pruebas genéticas”, afirmó Roshchupkin.

Aprendizaje automático

Los investigadores construyeron una red neural contorneada para predecir el envejecimiento del cerebro. Utilizaron aprendizaje profundo para entrenamiento con estudios por imágenes del cerebro de 3.688 individuos sin demencia (media de edad: 66 años; 55% mujeres) en el Rotterdam Study. Se contó con un mínimo de 5 años de información clínica de seguimiento de los participantes.

En los modelos de riesgos proporcionales de Cox, la brecha entre la edad cerebral prevista (determinada con base en la densidad de la sustancia gris del cerebro) y la edad cronológica se asoció significativamente a la nueva presentación de demencia (hazard ratio: 1,11; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1,06 – 1,15). La asociación se mantuvo significativa después del ajuste respecto al volumen del hipocampo.

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