Síndrome de Down: avances en discapacidad intelectual



La discapacidad intelectual sigue siendo el gran desafío en la vida de las personas con síndrome de Down. Gracias a la investigación, tanto la atención médica como la calidad de vida de este colectivo ha mejorado mucho, hasta el punto de que su esperanza de vida ha alcanzado cotas impensables hace 30 años.

También se han producido avances significativos en su integración en la sociedad. “El mayor problema sigue siendo la discapacidad intelectual”, asegura Mara Dierssen, investigadora del Centro de Regulación Genómica y referente mundial en neurobiología del síndrome de Down. “A pesar del alto porcentaje de personas que reciben una educación integradora, muy pocas terminan la secundaria y su integración laboral también es baja. Esta situación puede cambiar si mejoramos la capacidad intelectual”.

Armas para mejorar las habilidades cognitivas

La integración social, la atención temprana y la estimulación cognitiva son tres de las herramientas que han impulsado las mejoras en la calidad de vida. A ellas hay que añadir la investigación de las causas del síndrome de Down, que puede servir para hallar estrategias para mejorar las habilidades cognitivas.

Este síndrome está producido por la existencia de un cromosoma de más en el par 21. Esto se traduce en que los afectados tienen 47 cromosomas en vez de los 46 habituales. Ese material genético supone, según explica Dierssen, “un exceso de más de 300 genes”. Se trata de “entender cuáles son los genes más importantes cuyo exceso contribuye a los déficit cognitivos de forma más decisiva”.

Algunos de esos genes son muy importantes para la función de diferentes órganos. Los que lo son para el cerebro “ejercen una acción que favorece procesos de generación de nuevas neuronas (proliferación neuronal) y también están implicados en la comunicación de las neuronas, es decir, en las redes neuronales”.

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