Algunas pacientes con cáncer de mama pueden conservar los ganglios linfáticos, evitando el linfedema



La extirpación de los ganglios linfáticos de las axilas puede dejar a muchas pacientes con cáncer de mama con un linfedema persistente, una hinchazón dolorosa y antiestética del brazo.

Ahora, una nueva investigación sueca puede ayudar a reducir qué pacientes requieren una extirpación linfática extensa, según el número y el tamaño de los tumores que infiltran los ganglios linfáticos, y cuáles no.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 3 de abril de la revista New England Journal of Medicine.

“Queremos realizar procedimientos menos extensos, para evitar que los pacientes sufran efectos secundarios molestos. Pero necesitamos saber que es seguro”, explicó la autora principal del estudio, Jana de Boniface, investigadora del departamento de medicina molecular y cirugía del Instituto Karolinska, en Estocolmo.

Ya se han hecho algunos progresos en la determinación de si siempre es necesaria la extirpación extensa de la linfa.

Se sabe desde hace mucho tiempo que si un cáncer de mama se ha propagado ampliamente dentro de los ganglios linfáticos, la extirpación de esos ganglios es el único recurso de la paciente.

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