¿Por qué es diferente la presión arterial en hombres y mujeres?



Utilizando datos de ratones y humanos, un equipo de investigación de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) ha descubierto que una proteína de la superficie celular que detecta olores y sustancias químicas puede ser responsable (y ayudar a explicar) las diferencias sexuales en la presión arterial de los mamíferos. La conexión inusual entre dichos receptores de proteínas y las diferencias sexuales en la presión arterial, recogida en una publicado en ‘Science Advances’, puede conducir a una mejor comprensión de las diferencias conocidas desde hace mucho tiempo en la presión arterial entre mujeres y hombres.

La presión arterial en hembras humanas y de ratón premenopáusicas suele ser 10 puntos menor, tanto en presión diastólica como sistólica, que en los machos. Algunos estudios sugieren que la diferencia puede deberse a las hormonas sexuales, pero la base biológica de la variación no está del todo clara.

A pesar de las conocidas diferencias en la presión arterial entre mujeres y hombres, la mayoría de las pautas clínicas tienen los mismos umbrales de tratamiento, comenta Jennifer Pluznick, profesora asociada de fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. Observar más de cerca la base científica fundamental de las diferencias sexuales en la presión arterial puede eventualmente ayudar a los médicos a pensar en el tratamiento de la presión arterial de nuevas maneras.

El equipo de ohns Hopkins comenzó sus estudios buscando los lugares del cuerpo donde se encuentra un receptor olfativo específico, Olfr558. Olfr558 es uno de los tres receptores olfativos (de aproximadamente 350 en total) que están bien conservados por la evolución en muchos mamíferos, incluidos humanos y ratones. La versión humana del receptor se llama OR51E1.

Anteriormente, el equipo de Johns Hopkins encontró Olfr558 en el riñón, y otros estudios han localizado el receptor en otros órganos, además de las células responsables de la detección de olores en la nariz. Para este estudio, los investigadores encontraron el receptor en las células de los vasos sanguíneos del riñón y en las células granulares yuxtaglomerulares, un tipo de célula renal que secreta la hormona renina, que desempeña un papel clave en la regulación de la presión arterial.

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