En los últimos años, una de las cuestiones más provocadoras en la investigación sobre el cáncer ha sido si tener un hábito de ejercicio regular puede prevenir el arraigo de ciertos tipos de cáncer. La respuesta, como ocurre con cualquier pregunta relacionada con el cáncer, es complicada.
Sin embargo, un estudio reciente publicado en The British Journal of Sports Medicine ofrece una idea de cómo afecta la actividad física regular al riesgo de cáncer de próstata, el segundo cáncer más frecuente y el segundo más mortal entre los hombres en Estados Unidos.
En uno de los mayores esfuerzos de este tipo realizados hasta la fecha, los investigadores recopilaron datos entre 1982 y 2019 de 57.652 hombres suecos que habían participado en al menos dos pruebas de aptitud física para ver si los que eran más activos tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer. Alrededor del uno por ciento fueron diagnosticados posteriormente con cáncer de próstata.
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