Casi todas las personas sexualmente activas contraerán en algún momento de su vida el virus del papiloma humano (VPH). Aunque la mayoría de las infecciones desaparecen por sí solas sin generar problemas, este virus puede causar en los hombres verrugas genitales o algunos tipos de cáncer. El VPH es responsable de más de 100.000 casos de cáncer en Europa. La vacunación puede ayudar a prevenir estos problemas de salud. Todo ello lo abordamos a continuación.
¿Qué es el VPH y cómo se transmite?
El virus del papiloma humano (VPH) infecta las mucosas y la piel. La infección por VPH es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 150 tipos distintos que se clasifican en «alto riesgo» o «bajo riesgo», según su capacidad para favorecer el desarrollo de cáncer.
El VPH se puede contraer al tener relaciones sexuales con una persona infectada con ese virus. Se puede propagar con facilidad durante las relaciones sexuales anales o vaginales y también se puede transmitir mediante relaciones sexuales orales u otro tipo de contacto cercano con la piel durante actividades sexuales. El VPH puede contagiarse, incluso, cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas visibles. Se estima que hasta el 50 % de las personas son portadoras de este virus en algún momento de su vida.
¿Qué causa la infección por VPH?
La mayoría de las veces, las infecciones por el virus del papiloma humano desaparecen por completo sin causar ningún problema de salud. Sin embargo, si una infección no desaparece por sí sola, es posible que meses o años después de haberse infectado se presenten síntomas. Esto hace que sea difícil saber con exactitud cuándo se contrajo la infección.
Las infecciones por VPH duraderas pueden producir verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer (cáncer de cuello uterino o cérvix, vulva, vagina, pene o ano). De hecho, puede llegar a infectar la garganta y provocar cáncer orofaríngeo.
De ahí que sea importante consultar con el personal sanitario ante cualquier cosa nueva o inusual que aparezca en la zona genital, tales como verrugas o bultos, y en los casos de llagas en el pene, escroto, ano, boca o garganta.
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