El doble de adultos en los Estados Unidos vive con obesidad, según la evaluación de su volumen de grasa mediante una absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA), en comparación con la medición del índice de masa corporal (IMC), un hallazgo que destaca las deficiencias del índice de masa corporal y se suma al creciente caso de que este por sí solo no debería ser el valor predeterminado para evaluar la obesidad.[1]
“El índice de masa corporal subestima enormemente la obesidad real”, dijo el Dr. Aayush Visaria, en el Congreso Anual de la Endocrine Society (ENDO) de 2023.
Sus hallazgos resaltan que “el índice de masa corporal debe complementarse con otras medidas” para la evaluación del paciente con sobrepeso en el manejo de pacientes individuales, con evaluaciones que podrían incluir una escala de impedancia bioeléctrica o la circunferencia de la cintura, agregó el Dr. Visaria, quien es investigador de la Rutgers Robert Wood Johnson Medical School en New Brunswick, Estados Unidos.
El Dr. Visaria citó una nueva política emitida por la American Medical Association un par de días antes de su presentación, según lo informado por Medscape Noticias Médicas, que aconseja que el índice de masa corporal “se use junto con otras medidas válidas de riesgo como, entre otras, medidas de grasa visceral, índice de adiposidad corporal, composición corporal, masa grasa relativa, circunferencia de la cintura y factores genéticos/metabólicos”.
“Estamos al comienzo del fin del índice de masa corporal”, declaró el Dr. Visaria durante una rueda de prensa en el congreso.
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