Los padres rara vez admiten la obesidad de sus hijos, hecho que provoca consecuencias muy negativas para la salud de los menores de edad, de acuerdo a un estudio.
En el informe sobre 2 mil 976 familias británicas, sólo cuatro padres admitieron que sus hijos sufrían de sobrepeso, mientras que para los médicos la cifra era en realidad 369.
Los investigadores, que publicaron sus conclusiones en la revista especializada British Journal of General Practice, indicaron que la obesidad se ha convertido en algo normal en la sociedad.
Además, destacaron que el estudio demuestra lo enorme que es la epidemia de obesidad.
El estudio realizado en en Gran Bretaña, destacó que uno cada cinco niños en edad escolar es obeso y otro 14 % sufre de sobrepeso.
El equipo a cargo del informe, compuesto por investigadores de la Escuela de Medicina Tropical e Higiene de Londres y del Instituto de Salud infantil del University College de Londres (UCL), entregaron cuestionarios a casi 3 mil familias británicas, preguntándoles si sus hijos eran obesos, sufrían de sobrepeso, de malnutrición o simplemente si tenían algunos kilos de más.
Los resultados indicaron que un 31 % de los padres subestimaron el peso de sus hijos.
El profesor Russell Viner, del Instituto de Salud infantil, que los padres modernos «no reconocen la obesidad en los niños».
«Si los padres no reconocen que sus hijos son obesos es más improbable que hagan algo para ayudarlos a perder kilos y alcanzar un peso más saludable», explicó el investigador.
«Es por ello que esto puede crear una crisis mayor de salud pública a futuro», agregó.
La principal razón por la que los padres no logran identificar la obesidad o sobrepeso de sus hijos es que la sociedad en su conjunto se ha vuelto «tan obesa» que perdió «el sentido colectivo» de lo que significa un peso saludable.
La principal consejera médica del gobierno, Sally Davies, trató el problema del sobrepeso como algo normal en la sociedad en su reporte anual presentado en 2014.
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