Consumo de alcohol en embarazo es aún más peligroso de lo que se pensaba



Un nuevo análisis ha identificado más de 400 problemas de salud que pueden ocurrir en niños con diagnóstico de los trastornos del espectro alcohólico fetal (EDAF), con casos graves que incluyen altos niveles de pérdida de visión y problemas de audición.

En la revisión sistemática más completa de su tipo, los investigadores del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH), Toronto, Canadá) identificaron 428 patologías claras que ocurren concomitantemente en las personas con EDAF. “No es seguro beber cualquier cantidad o tipo de alcohol en cualquier etapa del embarazo, a pesar de los mensajes contradictorios que el público puede escuchar”, dijo la autora principal, la doctora Lana Popova, científica senior en el CAMH, “El alcohol puede afectar a cualquier órgano o sistema, en el feto en desarrollo”.

El EDAF es un término amplio que describe la gama de discapacidades que pueden ocurrir en las personas como resultado de la exposición al alcohol antes del nacimiento. La gravedad y los síntomas varían en función de cuánto y cuando se consume el alcohol, así como otros factores en la vida de la madre, tales como los niveles de estrés, la nutrición y las influencias ambientales. Los efectos también son influenciados por factores genéticos y la capacidad del cuerpo para metabolizar el alcohol, tanto en la madre como en el feto. Diferentes encuestas canadienses sugieren que entre el 6 % -14 % de las mujeres beben durante el embarazo.

Se identificaron 428 condiciones concurrentes usando los 127 estudios revisados. Estas condiciones de la enfermedad, codificadas en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), afectan a casi todos los sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central (cerebro), la visión, la audición, el corazón, la circulación y los sistemas digestivos, musculoesqueléticos y respiratorios, entre otros. Si bien algunos de estos trastornos se sabe que son causados por la exposición al alcohol – tales como problemas de desarrollo y cognitivos, y ciertas anomalías faciales, para otros, la asociación con EDAF no representa necesariamente una relación directa de causa y efecto.

Sin embargo, muchos desórdenes se produjeron con más frecuencia entre las personas con EDAF que en la población general. Con base en 33 estudios que representan a 1728 personas con Síndrome de Alcohol Fetal (FAS), la forma más grave de EDAF, los investigadores fueron capaces de llevar a cabo una serie de meta-análisis para establecer la frecuencia con la que se produjeron 183 enfermedades. Más del 90 % de los pacientes con FAS tenían problemas concomitantes con la conducta. Alrededor del 80 % tenía trastornos de comunicación, ya sea relacionado con la comprensión o con la expresión del lenguaje. 70 % tenían trastornos del desarrollo/cognitivos, y más del 50 % tenían problemas de atención e hiperactividad.

Debido a que la mayoría de los estudios fueron de los EUA, la frecuencia de ciertas condiciones coexistentes fue comparada con la población general de Estados Unidos: entre las personas con FAS, la frecuencia de la pérdida de audición se calculó en hasta 129 veces mayor, y la ceguera y la mala visión 31 y 71 veces superior, respectivamente.

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