Bajar de peso a partir de la reducción intermitente de calorías tiene un efecto positivo en los desenlaces cognitivos, inmunológicos y de otro tipo para los pacientes con esclerosis múltiple, sugiere una nueva investigación.
Aunque este solo fue un pequeño ensayo de 12 semanas, “aun así pudimos ver una mejora en ciertas medidas, por ejemplo, de fatiga así como de función cognitiva” en los participantes que siguieron la dieta, dijo a Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio, Dra. Laura Piccio, Ph. D., profesora asociada de la Washington University School of Medicine y la University of Sydney, en Australia.
En general, los resultados subrayan la importancia de que los pacientes con esclerosis múltiple mantengan un peso corporal ideal, señaló la Dra. Piccio.
Los hallazgos se presentaron en el Americas Committee for Treatment and Research in Multiple Sclerosis (ACTRIMS) Forum 2023.[1]
Alta tasa de adherencia
La obesidad, que se asocia con un aumento de la inflamación, se ha relacionado previamente con el desarrollo de la esclerosis múltiple. La liberación de adipocinas del tejido adiposo “cambia el equilibrio” hacia un medio proinflamatorio, y un estado inflamatorio crónico de bajo grado puede promover la autoinmunidad, anotó la Dra. Piccio.
El estudio actual incluyó a 42 pacientes adultos (85,7% mujeres; edad promedio: 48,2 años) con esclerosis múltiple remitente-recurrente. Su índice de masa corporal inicial medio era de 28,7, lo que indicaba sobrepeso, y el peso medio era de 80,7 kg. La mediana de la puntuación de la Expanded Disability Status Scale (EDSS) fue de 2,0.
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