Tuberculosis y COVID-19, dos epidemias respiratorias “parecidas” que ahora coexisten



Lejos de ser una enfermedad erradicada, la tuberculosis todavía es una de las primeras causas de muerte de origen infeccioso en el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud, se trata de una patología provocada por una bacteria que afecta, en la mayoría de los casos, a los pulmones.

Desde la OMS señalan que la tuberculosis se transmite de persona a persona, a través del aire. Cuando un afectado por la enfermedad pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa gérmenes tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos para quedar infectada.

Desde el punto de vista del manejo clínico, la COVID-19 y la tuberculosis son enfermedades “parecidas”.

Ambas, dicen los expertos, pueden coexistir y difíciles de diferenciar porque tienen síntomas comunes, como tos, fiebre y disnea.

El doctor José María García, director del Programa de Investigación Integrado de Tuberculosis de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), destaca:

“La coexistencia de ambas enfermedades en una persona agrava la situación, pues hay estudios que demuestran que hay un aumento de la mortalidad cuando esto pasa”.

Por ello, y en conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis, los expertos advierten del impacto que ha tenido la pandemia en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la tuberculosis.

Bajo el lema ‘El tiempo corre‘, los profesionales quieren transmitir que el mundo se está quedando sin tiempo para cumplir con los compromisos pactados para poner fin a la tuberculosis.

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