En medio de la tensa situación sanitaria que vive el mundo, ante la propagación del nuevo coronavirus causante de la enfermedad COVID-19, Cuba ha reforzado sus medidas de vigilancia epidemiológica a todos los niveles del sistema de salud y el control sanitario internacional.
Contar con una institución de referencia para la investigación, el diagnóstico, manejo y tratamiento de las enfermedades infecciosas, como es el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), constituye en este escenario una fortaleza para la Isla, que desplegó un amplio plan de medidas con vistas a disminuir el riesgo de entrada del virus al país y su diseminación en el territorio nacional.
“Nuestro centro está preparado para recibir a pacientes que tengan alguna sintomatología desde el punto de vista clínico y epidemiológico. De hecho, hemos recibido pacientes en vigilancia. Se han tomado y analizado ocho muestras específicas para la COVID-19 que han sido negativas”, apuntó el doctor Manuel Romero Placeres, director del IPK.
De acuerdo con el especialista, en los laboratorios de este centro se realiza el diagnóstico para 17 virus respiratorios, 16 que habitualmente se vigilan en todo el país, más el nuevo coronavirus.
Agregó que desde el IPK se “han preparado y capacitado en este diagnóstico específico a los laboratorios del Centro Provincial de Higiene y de Microbiología de Villa Clara, y Santiago de Cuba”.
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