El flujo vaginal marrón no significa siempre enfermedad. En realidad, en un gran número de ocasiones, su presencia es totalmente normal. Te contamos en este artículo cuáles pueden ser sus causas y cuándo es conveniente consultar a un médico.
Aunque el flujo vaginal marrón no es la forma más habitual de las secreciones vaginales, tampoco es algo raro. Y su existencia por sí sola no significa que la mujer esté cursando una enfermedad.
Es muchas ocasiones, el flujo vaginal marrón es parte de la normalidad del ciclo menstrual. Y, otras veces, es un signo de algún proceso fisiológico que se está desarrollando según el curso esperado. Se le debe prestar atención, pero no es preciso alarmarse inmediatamente.
Hay cuatro circunstancias en que el flujo vaginal marrón es esperable y no requerirá intervención médica. Es decir, que se solucionará por sí mismo, volviendo al flujo habitual. Estas circunstancias son:
- Los primeros días del ciclo menstrual: más precisamente los días que le suceden al sangrado de la menstruación. Suele ocasionarse por la mezcla entre restos sanguíneos y las secreciones normales de la vagina.
- Los picos hormonales ocasionales: aún en las mujeres muy regulares con su ciclo menstrual, no todos los meses se comportan exactamente igual. Una pequeña variación en los niveles de estrógenos o de progesterona pueden ser suficientes para provocar cambios de flujo.
- El cambio de pastillas anticonceptivas: cuando una mujer viene utilizando una determinada combinación de hormonas orales en sus anticonceptivos y cambia por otra combinación, puede haber flujo vaginal marrón. Es la variación hormonal la que lo explica.
- Las relaciones sexuales durante el embarazo: al haber más progesterona en el cuerpo de la mujer embarazada y mayor vascularización de sus genitales, la fricción ocasionada por el sexo puede provocar el flujo marrón. No es de aparición inmediata y es esperable hasta el día siguiente a las relaciones.
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