Los pediatras deben informar los eventos adversos y los errores médicos a las niñas y niños, así como a sus familias, según una declaración de política actualizada de la American Academy of Pediatrics.
La nueva declaración amplía una versión de 2016 que establecía que los sistemas de salud deben crear una cultura laboral en la que los profesionales sanitarios sientan que pueden informar incidentes en sus áreas laborales, así como a los pacientes y sus familias, sin temor a represalias. La declaración actualizada indica que los sistemas de salud deben convertir la divulgación y la notificación en una práctica automática e integrada, incluso cuando no sea obligatoria por ley.
“Los profesionales sanitarios están comprometidos con el principio de transparencia y apertura, pero les cuesta poner ese compromiso en práctica”, afirmó el Dr. Thomas Gallagher, profesor de medicina y director asociado de Calidad, Seguridad y Valor de la Atención al Paciente en University of Washington Medicine en Seattle, Estados Unidos, quien no participó en la declaración de política. “Cuando algo sale mal, nuestra naturaleza humana es ocultarlo y esperar que simplemente pase desapercibido”.
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