Las prescripciones de agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) para el tratamiento de la diabetes y la obesidad están aumentando, al igual que el interés por su potencial para tratar otras afecciones diversas. Un ámbito en particular es el de las adicciones, que, al igual que la obesidad y la diabetes, ha ido en aumento, tanto en número de casos como de muertes por sobredosis de drogas, consumo excesivo de alcohol y tabaco o cigarrillos electrónicos.
Hasta ahora, los datos que respaldan el uso de los agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón en la adicción se limitan a estudios preclínicos, evidencia anecdótica, unos pocos análisis de cohortes y ensayos clínicos aleatorizados. Pero las conversaciones de investigadores y médicos, por no hablar de los pacientes, auguran un futuro prometedor.
“Los datos son muy preliminares y muy emocionantes”, declaró a Medscape Noticias Médicas la Dra. Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos. “Los estudios llevan más de una década analizando los efectos de los fármacos análogos del receptor del péptido 1 similar al glucagón, en su mayoría de primera generación y predominantemente en roedores”, dijo.
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