Dos investigadores han descubierto que proyectar una frecuencia específica de luz roja sobre la espalda de una persona sana durante 15 minutos puede reducir los aumentos del nivel de glucemia tras el consumo de alimentos.
La exposición prolongada a la iluminación led, en ausencia de la luz solar, puede tener importantes consecuencias a largo plazo para la salud humana, como la desregulación de los niveles glucemia, según los autores de un nuevo estudio publicado en Journal of Biophotonics.[1] El predominio de la iluminación led en la tecnología y los entornos modernos, y el hecho de que los ledes emitan hacia el extremo azul del espectro con muy poco rojo, puede ser un problema potencial para la salud pública, advirtieron.
Investigadores de la City, University of London y del University College London, ambos en en Londres, Reino Unido, descubrieron que la luz roja de 670 nm de longitud estimulaba la producción de energía en las mitocondrias, lo que aumentaba la utilización de la glucosa. En concreto, las personas expuestas a la luz roja redujeron 27,7% el grado de elevación de la glucemia tras la ingesta de glucosa, en comparación con las no expuestas, y 7,5% el pico máximo de glucosa. Según los autores, la intervención podría reducir las fluctuaciones perjudiciales de la glucemia en el organismo.
Michael Powner, Ph. D., del Departamento de Optometría y Ciencias Visuales de la City, University of London, autor principal del estudio, dijo que la luz roja podría servir de apoyo a las recomendaciones actuales sobre el control de la diabetes. “Si tras la exposición a la luz roja la reducción de los picos de glucosa después de comer se repite en personas con diabetes de tipo 2, la luz roja podría utilizarse como una herramienta adicional para el control de la glucemia, quizá incorporándola a la iluminación doméstica o de oficinas”, afirmó.
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