Proteger y cuidar la piel también es importante en los meses más fríos del año para mantenerla saludable y con buen aspecto.
El frío puede afectar la piel de varias maneras, y sus efectos pueden variar según la intensidad y la duración de la exposición. Como explica el dermatólogo David Ayala Alcázar, del Centro Médico Sanitas Valencia, el viento y las bajas temperaturas despojan al cutis de su humedad natural, aumenta su sequedad y provoca descamación e incluso irritaciones. “No proteger la piel correctamente acelera el envejecimiento prematuro de la tez y la aparición de condiciones dermatológicas adversas, como la rosácea o la dermatitis”, advierte el especialista.
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