Cuál es el vínculo entre los antidepresivos y la disfunción sexual, y por qué preocupa a los expertos



La lucha contra la depresión a menudo conlleva un costo oculto: problemas sexuales persistentes causados por determinadas sustancias. Estudios recientes sugieren que estos efectos secundarios impactan en una proporción significativa de pacientes, incluso después de dejar el medicamento.

Los médicos y pacientes saben desde hace tiempo que los antidepresivos pueden causar problemas sexuales: falta de libido, orgasmos sin placer, genitales insensibilizados. Más de la mitad de las personas que toman estos fármacos aseguran sufrir esos efectos secundarios.

Ahora, un pequeño pero resonante grupo de pacientes habla de graves problemas sexuales que han persistido incluso mucho después de dejar de tomar inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), el tipo más popular de antidepresivos. Afirman que los efectos de los fármacos han sido devastadores, pues los han vuelto incapaces de disfrutar del sexo o de mantener relaciones románticas.

“Siento como si el clítoris fuera un nudillo”, afirmó Emily Grey, una joven de 27 años de Vancouver, Columbia Británica, que tomó uno de estos fármacos, Celexa, para tratar la depresión entre los 17 y los 23 años. “No es normal tener que aceptarlo”.

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