El estrés es una parte inevitable de la vida. Son las respuestas fisiológicas y psicológicas a situaciones que el cuerpo y la mente encuentran abrumadoras.
Cuando se utiliza positivamente, puede conducir al crecimiento, la acción y el cambio. Pero el estrés negativo, a largo plazo, puede disminuir la calidad de vida. Por ejemplo, algo bueno como casarse, comenzar un nuevo trabajo o ser padre pueden producir un estrés significativo.
Y cuando las personas luchan para hacer frente a situaciones estresantes, los síntomas de depresión y ansiedad pueden volverse más evidentes.
Los enfoques para el manejo del estrés incluyen:
– Habilidades de aprendizaje, como la resolución de problemas, la priorización de tareas y la gestión del tiempo.
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