En el 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas designado el 7 de septiembre como el “Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul”. El primer día internacional se celebró en 2020.
El día tiene como objetivo priorizar la necesidad de un aire saludable y los vínculos de la contaminación atmosférica con otros temas críticos como el cambio climático, la salud humana y planetaria, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sirve como un llamado a la acción para alinear esfuerzos colectivamente y reclamar el derecho al aire limpio.
La resolución destaca la importancia y la necesidad urgente de aumentar la conciencia pública a todos los niveles y promover y facilitar acciones para mejorar la calidad del aire. A través de esta conmemoración se busca reunir a todas las partes interesadas a mejorar la cooperación para lograr un aire limpio.
Asimismo, sirve como plataforma para fortalecer la solidaridad global y el impulso político para la acción para mejorar la calidad del aire. El Día también tiene como objetivo mejorar el conocimiento sobre la contaminación del aire a través de la evidencia científica, mejorando los datos y brindando herramientas que ayuden a los gobiernos, el sector privado y las comunidades a tomar decisiones y acciones para mejorar la calidad del aire y proteger la salud y los medios de vida.
El aire que compartimos
El tema de 2022 para el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, “El aire que compartimos”, se centra en la naturaleza transfronteriza de la contaminación atmosférica y subraya la necesidad de asumir una responsabilidad y la toma de medidas colectivas. También pone de relieve la necesidad de una cooperación internacional y regional inmediata y estratégica para una aplicación más eficaz de las políticas y medidas de mitigación para hacer frente a la contaminación atmosférica.
Todos respiramos el mismo aire, contamos con una atmósfera común que nos protege y sostiene a todos. La contaminación es un problema global contra el que debemos actuar juntos.
Un problema doble
Los efectos en nuestra salud: las diminutas e invisibles partículas de contaminación penetran profundamente en nuestros pulmones, en el torrente sanguíneo y en el cuerpo. Estos contaminantes son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto. El ozono troposférico, producido por la interacción de distintos contaminantes con la luz solar, es también una causa de asma y enfermedades respiratorias crónicas.
Efectos sobre nuestro clima: Los contaminantes del clima de corta vida se encuentran entre los contaminantes más relacionados con los efectos sobre la salud y el calentamiento global a corto plazo. Pueden persistir en la atmósfera durante unos días o hasta varios decenios, por lo que reducirlos puede tener beneficios casi inmediatos para la salud y el clima.
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