Un equipo liderado por Robert Montgomery, del hospital NYU Langone de la Universidad de Nueva York, ha conseguido trasplantar y hacer funcionar un riñón de cerdo modificado genéticamente en un cuerpo humano durante 54 horas. El avance, que no ha sido publicado aún en ninguna revista científica, podría significar dejar de depender tanto de las donaciones humanas.
Según destaca Robert Montgomery, que ha liderado la cirugía, este hito “va a suponer un antes y un después en la historia de la medicina que podría llevar en un futuro a que no se necesite la donación de órganos de un fallecido para salvar la vida de otra persona”.
“El mayor problema que tenemos ahora en los trasplantes es que simplemente no hay suficientes órganos disponibles. Alrededor de la mitad de los que están esperando mueren antes de recibir el órgano”, explicó Montgomery durante una comparecencia virtual ante la prensa.
La técnica, conocida como xenotrasplante, “proveería una fuente ilimitada de órganos para que cualquiera que lo necesitara tuviera acceso a uno”, agregó.
Una operación pionera
La operación, de dos horas de duración, fue llevada a cabo el pasado 25 de septiembre en el campus de Manhattan del Langone, y en ella se implantó el riñón de un cerdo genéticamente manipulado a una mujer en muerte cerebral, a la que mantuvieron intubada 54 horas, con el consentimiento de la familia, durante las cuales se estudió el nivel de desempeño del órgano porcino.
Esto se consiguió gracias a la neutralización del gen que codifica el glicano conocido como alpha-gal, que es el responsable de un rápido rechazo por medio de anticuerpos de órganos porcinos.
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