Muchas han sido las epidemias, pandemias y plagas biológicas que han azotado a la humanidad a lo largo de los siglos. Algunas pasajeras, otras curables con el tiempo y desafortunadamente, otras todavía mortales.
Ante la aparición de cada una de ellas en su momento, el hombre ha temido lo peor, coexistiendo en él todo tipo de sentimientos que van desde el pánico “in” o autoinfundado hasta la segregación y xenofobia.
En el caso del Coronavirus o Covid-19, como también decidieron llamarlo las autoridades sanitarias mundiales, no ha sido diferente. Sin embargo, a lo anterior se une un factor más peligroso en esta era digital: la desinformación en las redes sociales y las falsas campañas mediáticas con agendas políticas de trasfondo.
Por supuesto, los arquetipos fanáticos tampoco se quedan atrás, existen y se esconden detrás de las llamadas “teorías de conspiración”. En este caso, los EE.UU. encabezan la trama por supuestamente haber creado la enfermedad de forma artificial para utilizarlo contra China en la actual guerra comercial; tema todavía bajo debate a pesar de que no haya evidencia que asegure lo anterior.
Sin embargo, quizás esto último sea lo que promueve a la “opinión pública” de renombre a provocar la histeria masiva a escala global. Evidente es el trasfondo político a modo de “post Guerra Fría”
Lo cierto es, que el Covid-19 ni es tan letal ni tan “pegajoso”, ni siquiera comparable a enfermedades como el Ébola, el Cólera, el Sida o el Cáncer en sus diferentes variantes. Pudieran revisarse los porcientos de mortalidad de muchas más enfermedades similares para comparar.
Por ejemplo, tengamos en cuenta que el mencionado Coronavirus es parte de una gran familia de gripes, influenzas o infecciones respiratorias por así decirlo.
Hoy día muchos rumores circulan por la red de redes, principalmente en Facebook sobre esta gripe de recién descubrimiento. Mucha información se publica, pero no toda es veraz.
Tengamos en cuenta que otros miembros de esta familia provocaron brotes de epidemias como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), en 2002; y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), en 2012.
Pero para menguar un poco la hipocondría, tan solo el pasado año cerca de 6 000 españoles murieron a causa de la gripe, y una enfermedad tan común como el sarampión mata a miles en África cada año.
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