El nacimiento de un mito



Cuentan que la víspera de su nacimiento, vientos de tormenta soplaron en el pueblo de Birán. Lina Ruz andaba sola por los campos y era prácticamente de noche. El animal sobre el que cabalgaba se asustó con los truenos y la dejó caer al suelo, pero aquel golpe no trajo consecuencias serias para ella ni para su bebé.

El parto fue realmente difícil porque el tamaño del feto era considerable y esto hizo que su madre lo llamara en lo adelante El Caballo. Mientras sostenía a su hijo en brazos, Lina no podía sospechar el destino grandioso que lo aguardaba. Sobre su seno dormía, ligero como un querubín, el futuro presidente de Cuba, el Comandante en Jefe de una nación que lo veneraría como a un padre o a un profeta.

Leer Noticias en Guerrillero Agosto 13, 2019.