En la última guerra de liberación nacional (1953-1959) la lucha armada contra la tiranía batistiana tuvo un prólogo con el asalto al cuartel Moncada en 1953, en el cual figuró el médico Mario Muñoz Monroy, siendo vilmente asesinado después de fracasado el ataque, convirtiéndose en el primer mártir médico de esta lucha.
En la histórica expedición del Granma y en la primera etapa de lucha del Ejercito Rebelde, ejerció la función de médico el legendario y heroico comandante Ernesto “Che” Guevara de la Serna. Otros médicos se erigieron como baluartes de la lucha como Faustino Pérez y Julio Martínez Pérez y el inolvidable Manuel Piti Fajardo.
Y de esa estirpe de hombres que abrazaron la más humana de las revoluciones figuró Isidro de Armas Rodríguez, incansable combatiente pinareño, único muerto en combate en las montañas rebeldes. El rescate de sus excepcionales cualidades y actuaciones en la lucha por la libertad de la Patria, con toda la justicia conquistada, constituye objeto esencial para las nuevas generaciones.