El cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, responsable de 18,1 millones de nuevos casos y 9,6 millones de muertes en 2018, lo que aumenta significativamente la carga para los pacientes, las familias, las comunidades y el sistema de salud (1). El dolor es experimentado por el 55 % de los pacientes que se someten a tratamiento contra el cáncer y por el 66 % de los pacientes que padecen la enfermedad en estado avanzado, con metástasis o en estado terminal (2). El objetivo del tratamiento del dolor provocado por cáncer se centra en aliviar el dolor a un nivel que permita una calidad de vida aceptable. Las Directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el tratamiento farmacológico y radioterapéutico del dolor por cáncer en adultos y adolescentes tienen por objeto proporcionar orientación basada en datos empíricos a los profesionales de la salud, sobre enfoques apropiados para iniciar y tratar el dolor por cáncer en adolescentes y adultos, incluidas las personas de edad avanzada. Las directrices pueden servir de base para las normas nacionales y para la inclusión del tratamiento y la atención del dolor del cáncer en los programas de la Atención Primaria de Salud (APS), utilizando un método integrado y centrado en la persona.
Nota de la OMS
“Esta traducción no fue creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS no se hace responsable del contenido ni de la exactitud de esta traducción. La edición original en inglés será la edición vinculante y auténtica”
Traducción del inglés al español: CPICM-PR