La escabiosis, que se cree que fue descrita por primera vez por Aristóteles (384-322 a.C.) en la antigua Grecia, ha estado con la humanidad a través de los siglos. En el último decenio ha resurgido el interés mundial por la escabiosis debido a la mayor conciencia de sus efectos perjudiciales para la salud. La Organización Mundial de la Salud añadió recientemente a la escabiosis a su lista de enfermedades tropicales desatendidas, que son un grupo de enfermedades, principalmente infecciosas, que prevalecen en las regiones tropicales y subtropicales del mundo y que causan desfiguración y debilitamiento duraderos, lo que conduce al estigma social y a la incapacidad para trabajar o asistir a la escuela. La Organización Mundial de la Salud estima que más de 1.000 millones de personas -aproximadamente una sexta parte de la población mundial- tienen 1 o más ETD (Enfermedades Tropicales Desatendidas), lo que cuesta a las economías en desarrollo miles de millones de dólares anuales. Con la designación ETD, la Organización Mundial de la Salud aumenta la atención sobre el Sarcoptes scabiei (El arador de la sarna) y hace un llamado a las organizaciones, gobiernos, investigadores, financiadores y formuladores de políticas para que respondan. ¿Por qué tanta atención en este ácaro que ni siquiera escarba más allá del estrato córneo?