La complejidad en el manejo de los trastornos de conducta alimentaria (TCA) requiere un enfoque multidisciplinar dirigido por profesionales de la salud mental. Sin embargo, debido principalmente a la alta demanda de servicios, esta atención puede retrasarse, lo que obliga a que las y los profesionales de pediatría adopten un rol proactivo en este abordaje.
Esta es la principal conclusión arrojada por un artículo publicado recientemente en Anales de Pediatría, escrito por psiquiatras y pediatras de tres centros españoles: la Clínica Universidad de Navarra (CUN), el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid, y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia.
Tal y como explicó a Medscape en español la Dra. Covadonga Canga, de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra y una de las autoras, la razón por la que se puso en marcha este estudio fue la constatación del aumento de casos en la población infantil, no solo en el sexo femenino, sino también en el masculino, así como la disminución en la edad de inicio de la sintomatología.
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