La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que que afecta a millones de personas en el mundo y plantea un desafío creciente a nivel mundial en salud. Detectarla en etapas tempranas es clave para mejorar las posibilidades de tratamiento.
Actualmente, no existe una prueba específica para detectar la enfermedad, por lo que se basa en la evaluación de síntomas y en estudios complementarios para descartar otras patologías.
En ese sentido, recientemente, un estudio abordó el desarrollo inicial de un sistema que detecta la EP de forma económica a partir de los olores presentes en la cera de los oídos.
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