Como tratamos anteriormente, los animales sin control como los perros y gatos callejeros, resultan una población susceptible de adquirir y transmitir la rabia.
El Programa Nacional Prevención y Control de la Rabia, entre sus objetivos específicos establece: Reducir la población de perros y gatos callejeros o que deambulan libremente por las calles. Aunque muchas personas creen que la recolección de perros y gatos de la vía pública es un acto inadecuado, es común en los diferentes países realizar esta recogida de animales sin responsables y por tanto sin control, porque constituyen vectores de enfermedades infecciosas que no solo pueden ser transmisibles entre ellos, sino que pueden afectar la salud de las personas, por ser enfermedades zoonóticas.
En muchas ocasiones en reuniones o actividades técnicas y científicas, hemos discutido sobre los métodos para ejecutar esa actividad de captura, que debe reconocerse, no siempre se han realizado de la forma más adecuada. Ello ha motivado inquietudes y cuestionamientos por parte de la población amante y protectora de animales y la insatisfacción de muchos profesionales veterinarios.
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