La mayoría de exdeportistas de élite continúa haciendo ejercicio físico regularmente y sus factores de riesgo cardiovascular son muy inferiores a los de la población general, sobre todo en cuanto a diabetes e hipertensión arterial, según se desprenden resultados del estudio más amplio llevado a cabo hasta la fecha en exdeportistas profesionales, cuyos resultados preliminares se avanzaron recientemente en la edición número 39 de la Jornada de Pruebas de Esfuerzo del Hospital de Sant Pau en colaboración con Cors Units y la Societat Catalana de Medicina de l’Esport.
Ya se habían realizado algunos estudios previos en esta línea, impulsados también por este grupo de especialistas, uno de ellos publicado en Archivos de Medicina del Deporte, que investigó los factores de riesgo cardiovascular en 157 atletas de élite que habían dejado la competición cinco años antes como mínimo y con bradicardia sinusal extrema.[1]
En el nuevo trabajo, 60 % de los participantes era de sexo masculino y el resto (40 %) de sexo femenino; la mayoría competía en atletismo y natación, si bien el estudio incluye muchas otras disciplinas. El análisis consideró los principales factores de riesgo cardiovascular: índice de masa corporal, hipertensión arterial, cifras de colesterol elevadas, tabaquismo, diabetes, práctica de ejercicio físico en tiempo libre y bradicardia.
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