La frescura de los huevos es un tema que puede generar dudas entre los consumidores, especialmente cuando se enfrentan a fechas de caducidad o señales ambiguas en los envases.
Aunque las fechas impresas en los cartones son una guía útil, no siempre son definitivas para determinar si un huevo es seguro para el consumo.
Por eso, existen métodos prácticos que pueden ayudar a evaluar su estado, incluso después de que hayan pasado estas fechas.
De acuerdo con Healthline, la fecha de “venta” indica el tiempo máximo que un supermercado puede ofrecer los huevos, mientras que la fecha de caducidad señala el momento en que los huevos comienzan a perder frescura.
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