El uso prolongado de estatinas puede retrasar o prevenir el desarrollo del carcinoma hepatocelular en personas adultas con enfermedad hepática crónica, así como en la población general, según sugieren investigaciones recientes, que incluyen varios estudios de cohorte a gran escala.
El estudio más reciente, publicado en JAMA Internal Medicine, mostró una menor incidencia de descompensación hepática entre los usuarios de estatinas en un registro de personas adultas de 40 años o más con enfermedad hepática crónica de base.[1]
“Nuestros hallazgos respaldan la idea de que las estatinas pueden ofrecer beneficios más allá de la reducción de lípidos en pacientes con [enfermedad hepática crónica], y los médicos podrían tener mayor confianza al recetarlas cuando esté indicado”, incluso en estos pacientes, afirmó en una entrevista el coautor correspondiente, el Dr. Raymond T. Chung, investigador de gastroenterología en Mass General Research Institute en Boston, Massachussets, Estados Unidos.
Leer noticias en Infobae