Presente en casi todas las cocinas del mundo, el vinagre blanco se ha consolidado como un producto versátil, tanto en la gastronomía como en la limpieza del hogar. Pero más allá de su utilidad culinaria y doméstica, este líquido de sabor ácido comienza a ser considerado por algunos sectores científicos como un posible aliado para la salud, siempre que se consuma con moderación.
El componente activo principal del vinagre blanco es el ácido acético, sustancia a la que se le atribuyen diversos efectos positivos en el organismo. Según el portal especializado Healthline, los beneficios pueden obtenerse al incorporar pequeñas cantidades de vinagre en aderezos, salsas o alimentos encurtidos, como los pepinillos.
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