Añadir estimulación de corriente continua transcraneal a la terapia de movimiento inducido por restricción después de un ictus no ofreció ningún beneficio adicional en la mejora de la función de las extremidades superiores, reveló una nueva investigación.[1]
Tras 2 semanas de tratamiento, la estimulación de corriente continua transcraneal en dosis de hasta 4 miliamperios (mA) produjo resultados similares a la estimulación simulada cuando se añadió a la terapia de movimiento inducido por restricción, sin diferencias significativas en el deterioro, la función del brazo o la calidad de vida.
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