Los fármacos de gran éxito para bajar de peso y tratar la diabetes de tipo 2, como semaglutida, tienen una lista cada vez mayor de beneficios.
Estos fármacos, conocidos como agonistas del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1), pueden controlar el azúcar en la sangre, estimular una pérdida de peso significativa y, en pacientes de alto riesgo, ayudar a prevenir infartos cardiacos e ictus. La aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para estos agentes ahora abarca la diabetes de tipo 2, la reducción de peso y las enfermedades cardiovasculares.[1,2]
Un creciente número de investigaciones muestra que estos fármacos populares pueden hacer aún más.
Los agonistas de péptido 1 similar al glucagón pueden detener la progresión de la enfermedad renal y tener efectos benéficos en la apnea del sueño, y los primeros ensayos están explorando si los fármacos pueden tratar la enfermedad de Parkinson y prevenir la enfermedad de Alzheimer.
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