Al menos unos 30 colegios en Capital Federal y en el corredor norte de la provincia de Buenos Aires decidieron sacar el celular de las aulas y los recreos durante la jornada escolar. Los dispositivos permanecen en una especie de locker con llave y los chicos los retiran al final del día.
¿Y si el chico se siente mal y necesita avisarle a los padres? ¿O si se ausenta un docente y debe retirarse antes del establecimiento? Simplemente, como se hacía antes de que los celulares invadan todos los ámbitos de la vida, se informa a las familias por los canales oficiales de comunicación con que cuentan todas las escuelas.
La iniciativa está en línea con el último informe de la Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de la UNESCO sobre educación y tecnología, publicado en 2023, que señaló: “Los datos de evaluaciones internacionales a gran escala, como los proporcionados por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los estudiantes”.
En función de esto, el organismo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura recomienda evitar su uso en las escuelas y citó un estudio según el cual las notificaciones desconcentran a los estudiantes, que pueden tardar hasta 20 minutos en volver a centrarse en el aprendizaje.
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