La contaminación del aire constituye el principal riesgo ambiental para la salud pública en las Américas, donde alrededor de 380.000 muertes prematuras fueron atribuidas a esta causa en 2019, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que casi la totalidad (99%) de la población mundial está expuesta a respirar aire con niveles de contaminantes que están por encima de los límites establecidos en sus guías en esta materia. Entre los más peligrosos para la salud pública, la agencia de Naciones Unidas destaca: las partículas suspendidas menores a 10 y a 2,5 micrómetros de diámetro (PM10 y PM2,5); el ozono; el dióxido de nitrógeno; el dióxido de azufre y el monóxido de carbono.
Numerosos estudios han documentado que la exposición a aire contaminado, sobre todo con PM10 y PM2,5, es el principal factor de riesgo para el desarrollo de trastornos respiratorios y cardiovasculares como isquemia, infarto al miocardio, infarto cerebral y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
En cuanto a las muertes por contaminación en espacios exteriores, 80% se atribuyen a enfermedades cardiacas e ictus, mientras el restante 20% corresponde a trastornos respiratorios y cáncer.
Leer noticias en Medscape