Beber alcohol en vuelo: cómo impacta en la salud cardíaca y pulmonar



En la rutina de un vuelo de larga distancia, el consumo de alcohol es una práctica común entre los pasajeros. La posibilidad de relajarse y disfrutar de una bebida durante el viaje ofrece una experiencia placentera y amena. Sin embargo, esta práctica conlleva ciertos riesgos, especialmente cuando se combina con las condiciones particulares del entorno aéreo.

El contexto de consumo de alcohol en vuelos largos está influenciado por varios factores como el deseo de reducir el estrés, el aburrimiento o simplemente aprovechar el servicio de bebidas a bordo.

La disminución de la presión parcial de oxígeno en la cabina del avión, conocida como hipoxia hipobárica, crea un entorno que puede afectar significativamente la fisiología del pasajero. En estas circunstancias, el consumo de alcohol intensifica los efectos de la hipoxia, a la vez que puede exacerbar la caída de la saturación de oxígeno en sangre (SpO2) y afectar la frecuencia cardíaca.

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