Las nuevas estrategias en inmunoterapia se dirigen a los mecanismos inmunomoduladores que ayudan a las células tumorales a defenderse del sistema inmune. Los inhibidores de los puntos de control inmunitarios ya son una parte importante del arsenal terapéutico para el cáncer de pulmón de células no pequeñas, tanto en estadios localmente avanzados como metastásicos. El desarrollo de estos tratamientos ha conducido a una mejor comprensión de las interacciones entre el sistema inmune y las células tumorales. El descubrimiento de antígenos malignos específicos que desencadenan una respuesta inmune antitumoral en pacientes con cáncer de pulmón abre la puerta a la posibilidad de desarrollar vacunas terapéuticas dirigidas a potenciar la respuesta inmune contra las células que expresan esos antígenos.
Una revisión Cochrane, publicada en marzo de 2024, se propuso evaluar la eficacia y seguridad de varios tipos de vacunas dirigidas al tratamiento del cáncer de pulmón de células no pequeñas avanzado.[1] Incluyó 10 estudios con 2.045 participantes y solo se valoraron los resultados primarios. De forma resumida, se incluyeron las siguientes vacunas:
- TG4010: la adición de la vacuna a la quimioterapia de primera línea, frente a quimioterapia sola, mostró poca o ninguna diferencia en la sobrevida global, pero podría aumentar ligeramente la sobrevida libre de enfermedad (hazard ratio [HR]: 0,74; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,55 a 0,99), ambas con una evidencia de baja calidad.
- Vacuna de factor de crecimiento epidérmico: se comparó con tratamiento óptimo de soporte como mantenimiento tras la quimioterapia de primera línea. La diferencia en sobrevida global volvió a ser poca o ninguna, con baja certeza.
- hTERT: esta vacuna se comparó con placebo como tratamiento de mantenimiento tras quimioterapia de primera línea y produjo escasa o ninguna diferencia en la sobrevida global.
- Racotumomab: frente a placebo, como tratamiento de mantenimiento post quimioterapia, podría aumentar la sobrevida global (HR: 0,63; IC 95%: 0,46 a 0,87) con poca o ninguna diferencia en la sobrevida libre de progresión. En cambio, no mostró diferencias frente a docetaxel como tratamiento de mantenimiento posquimioterapia.
- Vacuna peptídica personalizada: la adición de la vacuna a docetaxel comparada con docetaxel más placebo como tratamiento posquimioterapia mostró escasa o ninguna diferencia en la sobrevida global o libre de progresión.
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OSE2101: la vacuna comparada con quimioterapia, tras un tratamiento inicial con quimioterapia o inmunoterapia, produjo poca o ninguna diferencia en la sobrevida global, pero podría resultar en una pequeña reducción en la proporción de pacientes con al menos un evento adverso grave relacionado con el tratamiento (risk ratio [RR]: 0,95; IC 95%: 0,91 a 0,99).
- SRL172: esta vacuna de Mycobacterium vaccae muerto, añadida a la quimioterapia, produjo poca o ninguna diferencia en la sobrevida global, pero podría aumentar la proporción de pacientes con al menos un evento adverso grave relacionado con el tratamiento (RR: 2,07; IC 95%: 1,76 a 2,43).
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