La epilepsia es una enfermedad que ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia. La percepción y comprensión de quienes eran afectados por esta condición en la antigüedad, ilustra desde una perspectiva, la historia de los miedos y el estigma ante lo desconocido.
De alguna manera la incomprensión, desconocimiento y los miedos que genera perduran, aunque sin duda de manera menor, en la actualidad.
El término epilepsia proviene del latín “epilepsĭa” y del griego “επιληψία” (epilēpsía), que concretamente indican la característica imprevisible del mismo ya que significan “ataque”. Aún más específicamente la raíz griega “epilambaneim” es “tomar por sorpresa”.
Ese carácter súbito e imprevisible generó en los demás, pero particularmente en quienes lo padecen, respuestas emocionales de diverso tipo.
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