Avance clave contra la esclerosis múltiple: la terapia celular puede frenar la progresión de la enfermedad



La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, que tiene origen inmunológico. Provoca la pérdida de diferentes funciones neurológicas debido a los procesos inflamatorios que se producen al comienzo de la enfermedad. Como consecuencia de ello, las personas afectadas podrían sufrir síntomas tales como: pérdida de visión, alteraciones de la sensibilidad, problemas cognitivos, de marcha, de coordinación y de fuerza. Estos eventos se conocen como recaídas o brotes, y son la forma más frecuente de manifestación clínica de esta patología.

Existen diversas opciones terapéuticas para tratar esta enfermedad, con el objetivo de reducir la actividad inflamatoria. Sin embargo, en algunas ocasiones, tenemos dificultades para controlar formas severas de presentación o contamos con pocas alternativas terapéuticas para las formas progresivas de inicio. En estos casos, las terapias basadas en células son prometedoras para tratar la esclerosis múltiple.

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