Cuando se tratan cicatrices, el objetivo es la “rehabilitación”, no la perfección



Inyectar esteroides intralesionales en una cicatriz es una forma muy aceptada de reducir su tamaño y suavizar el tejido circundante, pero es importante una técnica adecuada, según el Dr. Victor Ross.

“Se habla mucho de cómo inyectar el esteroide”, expuso el Dr. Ross, director de dermatología láser y estética de la Scripps Clinic de San Diego, en el Masters of Aesthetics Symposium de 2023. “Lo más importante es la cantidad y la meticulosidad con que se inyecta. Se debe ver la punta de la aguja y ser muy lenta. Hay que utilizar una jeringa de 1 cc”. Solía inyectar acetato de triamcinolona, 40 mg/ml, en cicatrices, pero ahora casi siempre inyecta de 10 a 20 mg/ml para evitar inducir una atrofia o hipopigmentación en forma de rayas blancas alrededor de la zona tratada.

“Cuando se trata una cicatriz, se tratan las características que la hacen destacar”, continuó el Dr. Ross. “Si es roja, abordas la hiperemia. Si es marrón, abordas el pigmento. Hay que tener una base fisiopatológica adecuada para lo que se está haciendo, entender cómo ha llegado ahí la cicatriz y tener un algoritmo adecuado”. Cuando asesora a los pacientes sobre los resultados clínicos que pueden esperar, hace hincapié en la rehabilitación y no en la perfección sin manchas. “No es hacer desaparecer la cicatriz”, recalcó. “No es restaurar por completo la forma y función normales de la piel, es un esfuerzo restaurador para acercarse a la normalidad. De eso se trata”.

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