Por qué fue abandonada la teoría del desequilibrio químico como única causa de la depresión



Esto no significa que los antidepresivos que regulan neurotransmisores no sean útiles, sino que el argumento en el que se fundamentó el inicio de su uso, ya fue superado. La importancia de una buena evaluación del paciente, la revisión del abordaje y la búsqueda de alternativas farmacológicas.

¿Qué pensaría si le contáramos que el origen de la depresión no es una de las teorías consideradas indiscutible? Desde hace al menos tres décadas la idea de la falta de un neurotransmisor fue instalada como explicación suficiente para la causa de la depresión y, en consecuencia, para la respuesta terapéutica a ella.

De hecho, frecuentemente, se repetía: “La depresión no es más que un desbalance químico”. Si bien existen varios neurotransmisores había uno en particular al cual se hacía referencia: la serotonina.

Recordé esto en un consulta reciente en la que, al iniciar la entrevista y la anamnesis para la historia clínica, una paciente situó como el inicio de sus problemas al hecho que “tenía baja la serotonina”. Esto le había sido informado y desde ese momento, 20 años atrás aproximadamente, estaba tomando un antidepresivo inhibidor de la recaptación de serotonina (IRSS-SSRI), es decir un fármaco que haría subir esa variable baja causante, según el postulado, de sus problemas. El inconveniente evidenciado en esta consulta, que se ha repetido en el curso de los años en su contenido, es que esa supuesta razón y causa de su malestar, había evitado toda una investigación en mayor profundidad.

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