Carne roja favorece enfermedades cardiovasculares; el microbioma intestinal podría ser determinante para el colesterol



El consumo de carne roja y otros alimentos de origen animal se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. El microbioma intestinal desempeña un papel propiciador, así como el azúcar en la sangre, la insulina y la proteína C reactiva, pero sorprendentemente no la presión arterial ni el colesterol, como muestra un estudio publicado en Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.[1]

Para el estudio, 3.931 mujeres y hombres mayores de 65 años, sin enfermedades cardiovasculares previas, proporcionaron información sobre su dieta, incluido el consumo de carne roja (vacuno, porcino y de cordero) así como de otros alimentos de origen animal.

Además, los autores dirigidos por la Dra. Meng Wang, de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Tufts University de Boston, Estados Unidos, determinaron la concentración de biomarcadores del consumo de carne producidos por el microbioma intestinal de los participantes.

A lo largo de un periodo medio de seguimiento de 12,5 años, la Dra. Wang y sus colaboradores documentaron la incidencia de infarto de miocardio, enfermedad coronaria mortal, ictus y otras muertes ateroscleróticas en la cohorte del estudio.

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