Estudio cuestiona los niveles bajos de urato para la gota



Los límites más bajos en los niveles séricos de urato aplicados en el tratamiento de la gota podrían basarse en una mala lectura de los datos sobre los riesgos de mortalidad, informaron los investigadores.[1]

Es posible que los niveles bajos de urato no representen por sí mismos un riesgo de muerte, pero pueden ser un signo de alguna otra enfermedad, dijo el Dr. Joshua Baker, maestro en ciencias, profesor asociado de reumatología y epidemiología en la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos.

“Nos dice que debemos estar más seguros de que podemos ser agresivos en el tratamiento de la gota sin preocuparnos por los efectos a largo plazo para nuestros pacientes”, declaró a Medscape Noticias Médicas.

Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 16 de agosto en Arthritis & Rheumatology.

Investigaciones anteriores han asociado los niveles altos de urato con el exceso de grasa y los niveles bajos de urato con la pérdida de masa muscular esquelética. Los estudios epidemiológicos han demostrado una relación en forma de U entre los niveles de urato y la mortalidad, lo que sugiere que los niveles muy altos y muy bajos de urato podrían ser dañinos.

Con base en esta correlación y la teoría de que el urato podría tener beneficios antioxidantes, algunas sociedades profesionales han recomendado no reducir sus niveles por debajo de un umbral definido cuando se trata la gota. Por ejemplo, la European Alliance of Associations for Rheumatology (EULAR) recomienda un límite inferior a 3 mg/dl.[2]

Pero la evidencia no apoya completamente esta precaución. Por ejemplo, en un ensayo clínico de pegloticasa en pacientes con gota refractaria, aquellos cuya media de urato sérico cayó por debajo de 2 mg/dl no murieron en mayor proporción que los pacientes con niveles más altos de urato.[3]

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