Por qué estar solo puede ser bueno y malo para tu salud



Deseada, no deseada, buscada, provocada, inadvertida… La soledad puede adoptar muchas formas y muchos colores, pero en la mayor parte de los casos es una situación que nos da miedo y nos genera rechazo, así que tratamos de evitarla a toda costa.
Aunque en realidad sea necesaria y muy positiva, si sólo nos relacionamos con ella desde la rabia y con una mirada de asco y de repulsa, no lograremos atravesar sus tortuosos caminos hasta llegar a la propia liberación; ésa que sólo se consigue cuando vamos de frente, sin dejar de avanzar.
“La soledad es a menudo una importante fuente de ansiedad, obsesión y depresiones, y en consecuencia, nos lleva a conductas muy dañinas para nosotros, para nuestra salud, y para los demás”, según defiende en una entrevista con Infosalus Silvia Congost, psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y conflictos de pareja.
Con motivo de la publicación de su libro ‘A solas. Descubre el placer de estar contigo mismo’ (Zenith), Congost sostiene que enfrentarnos a la soledad es lo que más miedo da a los seres humanos. “Todo lo que tenga que ver con la pérdida, el rechazo, el abandono, la imposibilidad, el nunca más, o el no retorno, nos asusta hasta el punto de dejarnos paralizados, incluso ante situaciones verdaderamente dañinas y destructivas”, aclara.

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