Ahora, cuando la UJC la premia, quizás algunos se pregunten el porqué, pero la más simple respuesta es que ella “cumple por dos”.
La Universidad de Ciencias Médicas, entre el 2008 y el 2014 fue su forja, o mejor dicho, el completamiento del crisol, porque su obra comenzó desde la primaria.
Inicio su vida de militante de la UJC en noveno grado, luego el preuniversitario fue consolidándola y es en décimo grado cuando integró el Comité de la UJC, con el cargo que más tarde tuvo durante su carrera en Ciencias Médicas.
En la Universidad ocupó la presidencia de la FEU en su segundo año, como gente entusiasta participó en todo. En la vida estudiantil practicó ajedrez, pero siempre como entretenimiento, sin fines de ascender, porque derivó a la Medicina.
Una vez graduada, con esa estirpe que da el contingente Mario Muñoz Monroy, fue ubicada en Briones Montoto.
Allí hizo su primer año de servicio social en la comunidad Marcos Vázquez, simultáneamente comenzó su residencia en MGI, continuó el servicio social y regresó para el policlínico docente Hermanos Cruz.
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